Si llevas tiempo con dolor en una zona del cuerpo y has probado otras técnicas de fisioterapia o ejercicios sin mucho éxito, puede que tu lesión necesite algo más.
Cuando los tendones o músculos no se curan del todo generando así una lesión crónica, existe una técnica muy útil en fisioterapia que ayuda a “activar” la recuperación. Se llama Electrólisis Percutánea Intratisular, aunque normalmente la verás abreviada como EPI.
Aunque suene complejo, es una técnica rápida, segura y muy efectiva que se utiliza cada vez más en fisioterapia, sobre todo en personas activas o deportistas… pero no solo para ellos.

¿Qué es la EPI y por qué puede ayudarte?
La EPI es un tratamiento que se aplica con una aguja muy fina, similar a las de acupuntura, guiada por ecografía, justo en el punto del tejido que está dañado (por ejemplo, en un tendón con una tendinopatía desde hace meses o una rotura muscular mal cicatrizada que está comprometiendo a otros tejidos).
A través de esa aguja, se aplica una pequeña corriente galvánica que genera una reacción electroquímica controlada estimulando la regeneración del tejido lesionado y acelerando los procesos de reparación celular.
Esto hace que el cuerpo «reaccione» y empiece a reparar la zona como si la lesión fuese reciente, aunque lleve meses estancada. Por eso, es tan útil para esos dolores que no acaban de irse, aunque ya hayas hecho otros tratamientos.
¿Cómo se realiza la técnica EPI?
Uno de los aspectos más importantes de la EPI es que se trata de una técnica invasiva, por lo que debe realizarse con las máximas medidas de higiene, seguridad y precisión.
- Higiene y preparación
Antes de empezar, se limpia la zona de la piel donde se aplicará el tratamiento con antisépticos específicos para eliminar cualquier bacteria. Todo el material utilizado: agujas, guantes, gel ecográfico es estéril y de un solo uso. - Ecografía en tiempo real
El fisioterapeuta utiliza un ecógrafo musculoesquelético de alta resolución para ver en directo la estructura lesionada (el tendón, músculo o ligamento). Esto permite localizar con precisión milimétrica el punto exacto donde está el daño. - Aplicación con aguja fina
Con la ayuda del ecógrafo, se introduce una aguja muy fina directamente en la zona dañada. Esta aguja va conectada a un dispositivo que aplica una corriente controlada que provoca una pequeña respuesta inflamatoria local (totalmente segura), que estimula la regeneración del tejido dañado. - Control constante del paciente
Durante todo el procedimiento, que suele durar unos minutos, el fisioterapeuta está pendiente de cómo se siente el paciente. Aunque puede notarse cierta molestia, no es un tratamiento doloroso y la mayoría de las personas lo toleran perfectamente. - Indicaciones posteriores
Tras la aplicación, se recomienda evitar esfuerzos intensos ese mismo día y seguir con el plan de ejercicios pautado para consolidar la recuperación.
Es importante recalcar que la EPI debe ser realizada por fisioterapeutas con formación específica, ya que requiere conocimientos de ecografía y una correcta dosificación de la corriente.
¿En qué casos se suele usar la EPI?
Esta técnica se utiliza sobre todo cuando hay molestias que duran mucho tiempo, o cuando una zona del cuerpo vuelve a doler cada vez que haces ejercicio o retomas tus rutinas. Algunas de las situaciones más frecuentes son:
Dolor en la parte delantera de la rodilla (tendón rotuliano)
Dolor en el talón al caminar o correr (fascitis plantar)
Dolor en el hombro al levantar el brazo (tendón del supraespinoso)
Codo de tenista o codo de golfista (epicondilitis)
Molestias persistentes en el tendón de Aquiles o en los gemelos
¿Qué tiene de especial este tratamiento?
Lo que hace diferente a la EPI es que no trata solo los síntomas, sino que actúa directamente sobre el tejido lesionado, haciendo que el cuerpo active su capacidad natural de curarse. Además, al utilizar ecografía, el tratamiento se aplica con total precisión, y eso hace que funcione mejor.
La clave de la EPI es combinarla con ejercicio
Aunque la EPI ayuda a que el tejido empiece a regenerarse, la recuperación completa solo se consigue si se combina con ejercicio terapéutico personalizado.
Esto incluye:
Progresar poco a poco en repeticiones, series y carga
Elegir ejercicios según el movimiento que necesitas recuperar
Controlar el dolor y no forzar el rango de movimiento
Adaptar la intensidad a cómo responde tu cuerpo semana a semana
Este plan de ejercicios te lo guía tu fisioterapeuta, en función de tus objetivos: ya sea volver a entrenar, caminar sin dolor o simplemente recuperar movilidad sin miedo a lesionarte otra vez.

¿Es solo para deportistas? No, también es para ti
La EPI es muy habitual en el mundo deportivo, pero no está limitada a atletas o personas que entrenan a diario. Personas que no pertenecen a este colectivo también se benefician de esta técnica.
¿Por qué no todas las clínicas la ofrecen?
No es una técnica estándar. Se necesita:
✔ Un ecógrafo musculoesquelético de alta precisión
✔ Fisioterapeutas formados específicamente en EPI y en ecografía
✔ Conocimiento para adaptar el tratamiento al progreso del paciente
¿Y si quiero saber más?
Si vives en Algete o alrededores (Cobeña, Fuente el Saz, San Sebastián de los Reyes, Alcobendas…), y te interesa saber si este tratamiento podría ayudarte con una lesión que no termina de mejorar, puedes acercarte a Clínica Marmande.
Estamos en la calle Valdeamor, número 44, en Algete, y contamos con tecnología avanzada en ecografía, además de fisioterapeutas formados en técnicas como la EPI y el ejercicio terapéutico personalizado.
Si necesitas más información o te gustaría resolver alguna duda sobre tu caso, puedes contactar con nosotros por WhatsApp o teléfono, o pedir cita directamente de forma sencilla.
A veces, el paso más pequeño —como preguntar— es el que empieza a marcar la diferencia en tu recuperación.